Estrategia
Oficina Cultura Ciudadana Barranquilla

Nuestra apuesta por una Barranquilla Cívica
En la Oficina de Cultura Ciudadana vemos la ciudad como el resultado de las interacciones diarias de las personas en un marco de derechos y deberes. Por eso construimos ciudadanía y tejido social con educación y participación activa de los barranquilleros.
Trabajamos para que en cada casa, cuadra, barrio, colegio y organización, los valores, comportamientos y tradiciones de los ciudadanos sean coherentes para impulsar las metas colectivas de respeto hacia nuestro entorno. El enfoque de cultura ciudadana que presentamos a la ciudad busca promover el mejoramiento de comportamientos en un marco de legalidad y respeto por los demás en las situaciones del día a día.
¿A qué le llamamos cultura ciudadana?
ACUERDOS, DERECHOS Y DEBERES
Consolidar la vida social armónica en la ciudad depende del entendimiento y acatamiento de normas constitucionales y de los acuerdos, tácitos o explícitos, que establecemos entre personas para convivir en coherencia con nuestras creencias individuales.
Interpretamos la cultura ciudadana como el ejercicio consciente de las normas constitucionales y los acuerdos sociales en los diferentes escenarios en los que nos relacionamos como seres humanos y ciudadanos: la casa, la cuadra, el barrio, el colegio, el trabajo. También frente a los bienes y servicios públicos de la ciudad, como parques, vías, andenes, colegios, aseo, electricidad y demás.
Educación ciudadana para todos

Nuestra apuesta se centra en la educación y el incentivo de la autorregulación, al margen de medidas coercitivas (castigo o sanción) para el cumplimiento de normas, estimulando valores como el respeto, la empatía, la solidaridad, la escucha activa y la cooperación. Así logramos un modelo de cultura ciudadana que mejora la convivencia, la capacidad de llegar a acuerdos y resolver conflictos de forma pacífica.
Al ser Barranquilla una ciudad en crecimiento y de alta inmigración es importante trabajar en la educación en ciudadanía de manera constante, en especial, cuando la ciudad tiene como meta mantener una calidad de vida óptima para sus habitantes, y ser atractiva para recibir a nuevas personas con talentos que impulsen más el desarrollo.
Una construcción colectiva
En un marco democrático participativo, niños, jóvenes, padres de familia, profesores, servidores públicos, líderes sociales y organizaciones podemos acordar cómo queremos que sea formado el ciudadano barranquillero, para cultivar y adoptar la cultura ciudadana necesaria en el presente y el futuro próximo.
Nuestra historia, identidad, costumbres y tradiciones son parte del capital cultural que nos ayuda a acercarnos entre desconocidos y reconocernos en lo común. En una ciudad diversa, con distintas mentalidades, situaciones y retos de vida, es importante tener empatía y sensibilidad para entendernos, así como una actitud propositiva para aportar ideas y encontrar consensos en las diferencias.
